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lunes, 16 de mayo de 2016

Peligro de infección no advertido

Otro fallo insiste en que la falta de CI se indemniza
Diario Médico 2016-04-28 16:22:37

La Sala Civil del Supremo ha fallado responsabilizando a una clínica de los daños y perjuicios por la falta de consentimiento informado en una cirugía de acromioplastia porque esa omisión privó a la paciente de ejercer su derecho a decidir con pleno conocimiento antes de dar su autorización.

La sentencia confirma la de la Audiencia Provincial de Barcelona que condenó a la clínica y a su aseguradora a pagar solidariamente la indemnización por la falta de consentimiento informado sobre los riesgos de la acromioplastia con bursectomía.

La reclamante demandó al cuadro médico por no informarle sobre la infección como uno de los riesgos típicos, y por  mala praxis.

Un juzgado civil de Barcelona absolvió a la clínica por no apreciar en el médico vulneración de la lex artis ad hoc.

Pero la Audiencia Provincial de Barcelona anuló el fallo de instancia y condeno a la clínica al pago de la indemnización. El tribunal señaló que la reclamante fue privada de la información del riesgo de infección que se finalmente se produjo tras la intervención con graves consecuencias para la paciente

La clínica interpuso recurso de casación ante el Supremo con el argumento de que sí había existido buena praxis médica con una cirugía necesaria y curativa que no tenía alternativa terapéutica.
Por otra parte, sostenía que la infección aparecida era infrecuente.

El magistrado de la Sala Civil del Supremo da la razón a la paciente porque es indiscutible el nexo causal entre la falta de información del riesgo de infección y el daño final sufrido según la prueba practicada. Es evidente que al omitirse ese riesgo, la obligación de informar a la enferma para que consintiera el acto médico se vio infringida. Por tanto se privó a la reclamante de ejercer un derecho con pleno conocimiento antes de dar su autorización.

Se dice además en la sentencia que por mucho que la cirugía estuviera indicada no existía necesidad vital ni hay prueba suficiente para pensar que la paciente se hubiera decidido en todo caso por someterse a la intervención aun conociendo el grave riesgo que asumía y sus posibles consecuencias.

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